El “Padre de Internet” junto a sus amigos nos lo explica en un vídeo. Se parece peligrosamente al Arquitecto de Matrix. Andaros con ojo.
La idea, simplificada, es que en un caso de catástrofe (no especificada, se admiten propuestas), el DNSSEC (Sistema de Seguridad del Dominio de Nombres) podría resultar dañado, de forma que los servidores DNS serían incapaz de ver si una dirección web está a puntando correctamente a la dirección IP correspondiente (recordemos que hablamos de una catástrofe, siempre hay alegres señores que dedican su tiempo a tirar abajo cualquier cosa de Internet que tenga repercusión). Y es aquí cuando las tarjetas-llave inteligentes entran en acción:
“Como mínimo, cinco de los siente portadores de las llaves (repartidos por Gran Bretaña, los Estados Unidos, Burkina Faso, Trinidad y Tobago, Canadá, China, y la República Checa) deberían reunirse en una base estadounidense con sus llaves para reiniciar el sistema y conectar todo una vez más”.
La razón por la que haga falta al menos cinco personas, es que cada tarjeta-llave tiene únicamente una parte de la clave de recuperación necesaria para resetear su sistema.
Lo que nadie sabe, es que en las profundidades de la Tierra, otra tarjeta más fue forjada… una tarjeta de oro para encontrarlas a todas y atarlas en las tinieblas.
Nah, el anterior párrafo no es cierto. Creo. En realidad es más como Capitán Planeta.
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