Ayer mismo pudimos ver a la venta el nuevo procesador de Intel Core i7-970, un micro que no llega a ser de los más potentes pero que aún así nos hace pensar cuál es el tope de velocidad en la tecnología actual. Lejos de buscar procesos de fabricación de escasos nanómetros, unos investigadores de la Universidad de Ciencia y
Tecnología de Corea del Sur han decidido centrarse en la resistencia eléctrica, ya que el actual tope de velocidad de electrones impide alcanzar un rendimiento mayor.
Para mejorar esto han sustituido el silicio por hojas de grafeno, un material que casi elimina la masa de los electrones que pasen sobre él, consiguiendo un aumento de velocidad en la transferencia de hasta 20 veces mayor. ¿Tendrán que cambiar en San Francisco el nombre de Silicon Valley (Valle del Silicio) por Graphene Valley (Valle del Grafeno)?
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