Mucha gente prefiere guardar sus gadgets (o alguna parte de ellos) en lugar de venderlos de segunda mano o tirarlos a la basura. La vieja cámara de fotos, el iPod que murió tras una caída, teléfonos... Lo curioso del asunto es que esta costumbre puede acabar evolucionando, hasta tal punto que te puedes terminar viendo en la necesidad de investigar y recolectar más piezas para así ampliar tu colección.
Algo así le ha debido de pasar a este chico, un joven ruso que al parecer debe de gustarle muchos los microprocesadores, ya que además de esos que ves en la imagen de arriba, tiene otros tantos que completan una increíble colección con tintes enfermizos. Seguro que es de los que se compra el nuevo Mac Pro para quedarse con el procesador. Como si fuera un huevo Kinder. Tras el salto tienes varias fotografías que lo demuestran.
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